Fábula de los ciegos y el elefante
Los ciegos y el elefante es una parábola, fábula de la vida que podemos aplicar en diversos campos y situaciones diarias. Nos hace reflexionar, observar y escuchar con el objetivo de completar en la búsqueda de la verdad.
Al comenzar el curso en la Universidad siempre les muestro esta imagen a mis alumnos y reflexionamos sobre ello. Me encanta y me parece una metáfora de muchos aspectos de la vida y del camino recorrido
Vemos como varios ciegos intentan describir lo que tienen delante suyo llegando a conclusiones lejanas de la “realidad”. Durante mucho tiempo se han desarrollado muchas fábulas e historias sobre este concepto. A continuación os traigo una de ellas:
En la Antigüedad, vivían seis hombres ciegos que pasaban las horas compitiendo entre ellos para ver quién era el más sabio.
Exponían sus saberes y luego decidían entre todos quién era el más convincente.
Un día, discutiendo acerca de la forma exacta de un elefante, no conseguían ponerse de acuerdo. Como ninguno de ellos había tocado nunca uno, decidieron salir al día siguiente a la busca de un ejemplar, y así salir de dudas.
Puestos en fila, con las manos en los hombros de quien les precedía, emprendieron la marcha enfilando la senda que se adentraba en la selva. Pronto se dieron cuenta que estaban al lado de un gran elefante. Llenos de alegría, los seis sabios ciegos se felicitaron por su suerte. Finalmente podrían resolver el dilema.
El más decidido, se abalanzó sobre el elefante con gran ilusión por tocarlo. Sin embargo, las prisas hicieron tropezar y caer de bruces contra el costado del animal. “El elefante –exclamó– es como una pared de barro secada al sol”.
El segundo avanzó con más precaución. Con las manos extendidas fue a dar con los colmillos. “¡Sin duda la forma de este animal es como la de una lanza!”.
Entonces avanzó el tercer ciego justo cuando el elefante se giró hacía él. El ciego agarró la trompa y la resiguió de arriba a abajo, notando su forma y movimiento. “Escuchad, este elefante es como una larga serpiente”.
Era el turno del cuarto sabio, que se acercó por detrás y recibió un suave golpe con la cola del animal, que se movía para asustar a los insectos. El sabio agarró la cola y la resiguió con las manos. No tuvo dudas, “Es igual a una vieja cuerda” exclamo.
El quinto de los sabios se encontró con la oreja y dijo: “Ninguno de vosotros ha acertado en su forma. El elefante es más bien como un gran abanico plano”.
El sexto sabio que era el más viejo, se encaminó hacia el animal con lentitud, encorvado, apoyándose en un bastón. De tan doblado que estaba por la edad, pasó por debajo de la barriga del elefante y tropezó con una de sus gruesas patas. “¡Escuchad! Lo estoy tocando ahora mismo y os aseguro que el elefante tiene la misma forma que el tronco de una gran palmera”.
Satisfecha así su curiosidad, volvieron a darse las manos y tomaron otra vez la senda que les conducía a su casa. Sentados de nuevo bajo la palmera que les ofrecía sombra retomaron la discusión sobre la verdadera forma del elefante
. Todos habían experimentado por ellos mismos cuál era la forma verdadera y creían que los demás estaban equivocados
.
Los ciegos y el elefante es una parábola de la vida, del proceso de investigación, de las relaciones sociales… y podemos aplicarlo en diversos campos y situaciones de nuestra vida.
Las personas opinamos en función de las experiencias personales e influencias que hemos tenido en nuestro camino. Por ello siempre creemos que tenemos razón y que nuestra realidad es la “verdadera”. Por otro lado, aunque nos cueste admitirlo, a todos nos gusta tener razón ya que refuerza el EGO y nuestros instintos más reptilianos. Si analizamos la imagen vemos como otras personas con diferentes experiencias personales tienen puntos de vista contrarios y pueden no estar equivocados”.
Aquí llegamos a un punto de reflexión sobre si valoramos de veras las opiniones de otras personas o las perspectivas de la realidad diferentes a las nuestras. Controlando ese Ego o dejándolo que nos domine. Siempre nos encanta tener razón y cuando la otra persona opina contrariamente el Ego sale a la luz intentando nublar la perspectiva d ella realidad.
“Las personas que no tienen miedo a equivocarse son aquellas que transforman el mundo”
Paulo Cohelo
Completaría con.. “a través de un sometimiento del Ego y una expresión entrenada y consciente del Ser”.
En la investigación ocurre de manera paralela el mismo acontecimiento. Cuando se trata de descubrir un hecho o confirmar/rechazar una hipótesis mediante una pregunta previa, cada ciego (paralelismo con los artículos científicos e investigaciones) intenta describir un suceso específico de algo más grande (el elefante) mediante el método científico. Gracias a la generosidad de compartir la información y lo descubierto de la manera más objetiva posible, junto con una mente crítica y abierta, se puede llegar a una conversación con otros científico (suma de otras investigaciones en el campo) para concluir que tenemos delante un Elefante. Aquí podemos hacer referencia a la querida pirámide de la evidencia científica. Cada uno de los ciegos serían grupos de investigación y sus publicaciones sobre la misma pregunta pero desde campos diferentes de conocimiento (ejemplo: nutrición, fisioterapia, psicología, ciencias del deporte). Estos campos de conocimiento van dando respuestas a sus preguntas y vamos subiendo en la pirámide de la evidencia pasando a una revisión de los artículos y terminando con un meta-análisis y revisión "umbrella". Llegando a la conclusión de que tenemos delante un elefante.
"Escucha el mundo que te rodea y lo comprenderás"
Laura Arias
Es una metáfora muy acertada que par una mente de un científico te abre un universo de
Sabiduría. Aporta una reflexión profunda sobre la vida, los sesgos, el trabajo en equipo, multidisciplinar y sobretodo descubrir cómo se produce el aprendizaje y como se genera conocimiento, hay que tener en cuenta todos los niveles de la compleja realidad, el contexto el sesgo del observador que investiga y por fin esa visión global u holística que describiría el todo ( el elefante).
Gracias Jorge por compartir esta sabia parábola de la vida que tanto nos hace reflexionar y que nos proyecta la mente maravillosa y la humanidad que trasmites en todo lo que haces!!
👍👍👏👏🤩🤩
Muchas gracias Mercedes!
Totalmente de acuerdo! Es fundamental para un científico no dar por sentado nada y tener la mente lo más abierta posible. Vemos continuamente cambios de rumbo en conclusiones en diversos campos de conocimiento.
Casi todas las cuestiones que necesitan una respuesta para seguir avanzando en la sociedad, requiere de un equipo multidisciplinario para poder ser abordardado desde diferentes perspectivas, influencias, y creencias, para acercarnos lo más posible a «la verdad»
Muchas gracias a ti por el tiempo dedicado en leer el post, reflexionar y escribir un comentario!
Feliz día!
JGH